top of page

MALOS HÁBITOS

Por Aracelly Lizbeth Flores Soto 

La criollada es un engaño o estafa, e incumplimiento o desobediencia de la ley en beneficio propio. Colarse en una fila, coimear con sencillo, cruzar cuando el semáforo esté en luz roja, son algunas de las tantas criolladas que existen en nuestra ciudad limeña. Así como también, cruzar por la pista y no usar el puente peatonal que existe ahí cerca, eso es criollada. Es sacar ventaja a cualquier situación que se te presente, y conseguir tu objetivo o lo que deseas a corto plazo pero de una mala manera. La sociedad peruana, al ver estos continuos actos de viveza, ve como algo normal o natural una acción habitual de costumbre y común a este tipo de criollada llegando a imitar los actos de su entorno social, esparciendo más la nueva cultura criolla. Definiendo así la sonada frase “Donde hay una prohibición, hay un deseo”.

La viveza en el tráfico es uno de los problemas que parece no tener solución, ya que el peruano realiza un manejo agresivo con sus transportes vehiculares. Invaden un carril, producen desorden a la hora de estacionarse, y hasta en ciertos casos los peatones invaden la pista con tal de lograr su objetivo. Es usual ver en los paraderos, y no sólo en ese lugar, a personas amontonadas para tomar su bus. Ponen en riesgo su vida para subir a un transporte público en medio de la vía o pista. O a dos conductores discutiendo por quién pasa primero a una vía o no, o por qué se mete en su carril. Es por ello, que se produce un caos vehicular. Ocasionando muestras de agresividad entre conductores. Estas se manifiestan a través de insultos, maniobras violentas e incluso hasta violencia física. Puesto que, la congestión vehicular o la situación vial que un limeño vive en el momento, causa frustración. Llegando a ser un mal comportamiento, llevado de la mano  la criollada.

Sacar ventaja de cualquier situación, es una manera de buscar sacar el máximo provecho con el mínimo esfuerzo. Es conseguir algo a corto plazo y con facilidad, llegando a ser una de las barreras más importantes para la innovación en nuestro país. En casos que parecen tan aislados se demuestra el ingenio y la astucia de los peruanos en situaciones complicadas. Es un mal que nos afecta a nosotros y a nuestra ciudad limeña. Es una manera de sobrevivir que hemos desarrollado los peruanos a lo largo de nuestra historia. Los vivos quieren obtener resultados lo más antes posible, puesto que tienen un carácter cortoplacista. Actúan bajo su propio beneficio, sin importar las consecuencias que tenga lo cometido en la vida de las otras personas que los rodean. Así como también, comparten muchos hábitos de quienes culpan y critican. Absorbido por la sociedad, el individuo sigue normalmente los impulsos, los actos de la otra persona, sin que el sacrificio le cueste.

En conclusión, el problema es que aun así siendo ingeniosos o audaces, no valoramos. Es decir, no reconocemos a la ciudad que nos vio nacer; no nos respetamos, ensuciamos las calles, tenemos pésimos modales. Toda esta lluvia de adjetivos se viene desde hace muchos años y sin embargo, parece convertirse en un dilema eterno. Queremos la vida fácil y el camino más corto para algo, facilismo, viveza, criollada. Sin embargo, es importante recalcar que, desde el lado ciudadano, es necesario concientizar y comprometerse en cambiar ciertas actitudes que nos perjudican como personas y a nuestro país. Sólo así se podrá tener un país libre de viveza y criollada, que lo único que esto hace es manchar nuestro país de actos irrelevantes.

fa1d6220d1a0fc5293c7eed3be915fcd.jpg
bottom of page